Lagrimas de sangre.

Lo huelo, huelo la sangre en mi interior, saliendo con esputos intermitentes sin previo aviso. Estoy muriendome lentamente, mi corazón se entristece en cada paso que doy desde ese día..
Estoy cubierto de un material que me hace ser más fuerte, pero que por dentro se va pudriendo y
oxidando con el tiempo hasta que llegue el momento de que no pueda más y se rompa en mil pedazos dejando al descubierto de nuevo, aquel cuerpo que algún día supo lo que era amar.

Lo más increible es que sé que aún me sigues queriendo desde el momento que me dijiste que lo nuestro no valia la pena después de tanto tiempo.
Pero no esperes que luche por tí ahora. Ahora no. Dices que soy yo el que te hace daño a tí, pero realmente no ves lo que haces ni lo que tienes a tu alrededor. Tu envuelves con una seda opaca con la que formas tu crisalida y no dejas ver lo que hay en tu interior ni lo que piensa esa cabecita tan bien peinada.

Ahora sé que la vida no es tan bonita y llena de colores como me la pintaban cuando era solo un crio. Ahora voy creciendo poco a poco y eso implica más experiencia y sabiduría.
No voy a negar que te quiero más que a nadie en el mundo. No, no lo voy a negar... pero también sé que alguién que me quiere demasiado, no deja marchar a una persona de su vida en unas condiciones primitivas y sin saber lo que se dice.
Estoy llorando mientras mis dedos pulsan estos endiablados botones y plasman en una pagina todos mis pensamientos que realmente están manchados de lagrimas de odio, rencor, dolor, angustia pero sobre todo de amor...
Esto es solo el principio de mi facraso amoroso... aún no sé como continuará.

Erik Corpses.