Seguidores

Busqueda rapida de entradas:

Publica en tu Facebook que te gusta este blog:

                  << Legado social, el de todos >>


Todos pedimos justicia para un mundo que no sirve para ello, un mundo lleno de hipócritas, maliciosos y pretenciosos. 


 Queremos cosas que no podemos tener, tenemos cosas que no queremos... así es la función de este nuestro mundo, este, que nosotros creamos piedra a piedra, insulto a insulto, puñalada tras puñalada. ¿Y qué? De que sirve la pena en este nuestro mundo, de que sirve el amor si no hay odio, la resistencia si no hay lucha.
 Podremos gritar, llorar y sentir que esta vida es un infierno, pero el infierno es el que nosotros adoramos en nuestras vidas, sí, lo reconozco.

 La iglesia es solo una invención de la nuestra cruda estupidez, una secta llena de valores contradictorios, llena de sangre y destrucción. Ese es el verdadero infierno. Gente que no puede amar siendo amados, gente que no puede disfrutar si 2 días es lo que "este nuestro señor" nos da por base.

Me río.

Gente, no soy creyente. ¿Porqué?

Eso ya son motivos personales que no soy capaz de relevar en estas preciadas lineas pasajeras.

Pero si creéis, no os dejéis engañar por la absurda invención de un montón de oro, joyas y cetros llevados por un humano de ideas dictatoriales.

Cada persona hace su vida, y cada vida trae a una persona.

En este mundo siempre vamos a ser malos.

Siempre.

Nunca hay nadie bueno al 100 %, creo, y podría apostar que ni el vuestro "señor", fue bueno completamente. Cualquier pensamiento impuro, ya nos hace participes de una dosis de rebeldía o maldad.

 He ahí lo que somos. Seres vivos con capacidades vitales e instintos primarios.

Goodbye!
xoxo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario