La duda actua siempre por nosotros, siempre nos hace sufrir y pensar cosas que puede que realmente nunca se nos pasarían por la cabeza. Pero.. ¿Porqué la duda?.
Tenemos demasiados deseos y caprichos con nuestro cuerpo. Nos gusta ser guapos, que nos digan lo bien que olemos o vestimos. Nos exigimos unas normas de aspecto que no deberíamos, ¿y todo para que?.
Nos preocupamos demasiado por estár deseables y hermosos y no nos damos cuenta que aveces realmente lo que importa es el interior. Esto que escribo es realmente lo que pienso, pero desafortunadamente no es lo que hago. Soy como vosotros, intento ser más guapo, sentirme bien conmigo mismo.. aunque esté mal.
Pero siempre diré, que una cara bonita aveces es un corazón diabolico.
Hay gente para todo, y gente y gente. Busca lo tuyo.
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porque en esta sociedad importa más la cara que el corazón, asco se llama lo que me produce pero qué importa, si yo también lo hago..
ResponderEliminarTodos lo hacemos, y el que diga que no. Miente.
ResponderEliminarTípica contradicción. Como siempre, una reflexión fenomenal. Tienes toda la razón, pero nuestro gran problema es que no buscamos estar guapos para nosotros mismos sino también para los demás. Por mucho que digamos "paso del qué dirán" nunca se hace al cien por cien y acaba influyendo en nuestra forma de ser o actuar. Con los años -según dicen- se van perdiendo esas "obsesiones" y acabas centrándote más en ser quien verdaderamente eres, sin miedos ni restricciones. Pero, por el momento, habrá que conformarse.
ResponderEliminarAh, y secundo aquello de que "una cara bonita aveces es un corazón diabolico". Y tanto que si puede serlo, puag!